Niéguese a sí mismo


«Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará. Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo?» (Lucas 9:23-25).
«Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado»(Filipenses 2:15-16).
A veces pensamos que algunas palabras de Jesús fueron dichas sólo para los mártires que dieron su vida por el evangelio y creemos que son ajenas a nosotros, pero no es así, el Señor nos ha llamado a cada uno para extender su evangelio en esta generación y nosotros hemos sido comisionados para hacerlo, somos los segadores de este tiempo, recordemos que el tiempo de la cosecha ha llegado y que la mies está madura. Él dijo en Juan 14:12 “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre”.
¿Por qué entonces no hacemos estas grandes cosas? Nos falta fe y entrega. Hemos sido equipados sobrenaturalmente por el Espíritu Santo y preparados para servirle en su obra, pero nos falta compromiso. Cristo nos dejó su ejemplo para seguir sus pasos, eso es lo que significa creer en Él. Debemos negarnos a nosotros mismos y mantener en alto su Palabra de vida, siendo luminares en el mundo. Llevando esperanza de salvación a esta generación. Recuerda que ningún trabajo para el Señor es en vano.

 

Comentarios

  1. Yo lavo las sillas en mi iglesia y lo hago con mucho amor..creo que toda tarea para Dios es especial...y como tal jay que hacerla ..no para que la vea el hombre sino para que la ves Dios. Hacerla con la mejor excelencia posible ...al igual que nuestro trabajo.

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    1. Todas las tareas son importantes siempre que las hagamos para el Señor, aunque algunos trabajos parezcan más importantes que otros, recordemos que el Señor mira los corazones y no mira lo que mira el hombre. Ciertamente creo que a la luz de la palabra, limpiar sillas en tu iglesia es igual de importante que la función del pastor. Dios te bendiga.

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