ES ALIMENTO ESPIRITUAL
Desechando, pues, toda malicia.. desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación (1 Pedro 2:1-3). ¿Ha visto usted alguna vez a un bebé tomarse un biberón? La hambrienta criatura lo agarra firmemente y hace suaves ruiditos de satisfacción. Disfruta a fondo su alimento. Pero llega el momento en que la leche ya no es suficiente para saciar el apetito del bebé. Allí es cuando se abre todo un mundo de posibilidades culinarias. Al comparar a los nuevos creyentes con los bebés, Pedro dijo que ellos desean la leche no adulterada de la Palabra (cf. v. 2). Usted no alimentaría a un recién nacido con un bistec y espinaca, ¿verdad? Pues bien, los bebés espirituales deben consumir poco a poco las verdades bíblicas. Entonces, como un niño que crece rápidamente, se deleitarán con los pasajes de la Biblia, ingiriendo gradualmente principios y temas más sustanciosos. Los creyentes no son dejados solos para que se las arreglen por sí so